Antes de meterse en mayores profundidades recurrir a los clásicos es siempre una buena opción. Puede que no digan mucho más de lo que ya todos sabemos, pero casi siempre te proporcionan pistas de cómo ir más allá.
En el anterior post eché mano de Micaela Portilla, ahora le llegaba el turno a Venancio del Val y su archiconocida obra 'Calles vitorianas'. Pues bien, en relación a 'nuestro asunto' (ver anteriores post
I,
II,
III,
IV y
V), en la página 11 de la edición de 1979 encontré estas interesantes líneas:
"Al comenzar la segunda mitad del siglo XIX fue el arco de entrada a esta calle el primero que, por razones de higiene, fue derribado. Hasta entonces se penetraba bajo un arco sobre el que se levantaba una torrecilla, en la que hubo el que creemos fue primer reloj público. También parece que alguna vez estuvo en dicho arco la imagen de San Jorge, si hacemos caso a lo que escribió Becerro de Bengoa a fines del siglo pasado"
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Cabecera del diario vitoriano 'La Libertad' del día 26 de Enero de 1898 |
La referencia al San Jorge de la hornacina me resultaba especialmente sugerente, porque -de confirmarse- me permitiría enriquecer la reconstrucción 3D que estoy haciendo, ya no con una imagen cualquiera, sino con la del santo que verdaderamente la ocupó. De modo que, siguiendo la referencia dada por Venancio del Val, me pasé por la hemeroteca en busca del periódico donde habría escrito Becerro de Bengoa.
Y en efecto, en 'La Libertad' del 26 de Enero de 1898, encontré el apunte donde Becerro decía: "La Vitoria antigua, donde vivíamos la mayor parte de los vitorianos de la primera mitad de este siglo va desapareciendo en sus más preciados restos y recuerdos. Con honda pena he visto yo demoler la casa de D. Francés de Beaumont", luego sigue el texto con una larga lista de edificios destruidos hasta llegar al "arco y torre del reloj con la imagen de San Jorge, de la Correría".
De estas escuetas palabras se deduce que Becerro de Bengoa fue efectivamente -tal como apuntara Venancio- testigo presencial del estado de la torre antes de su derribo, lo que de algún modo confirmaba que, al menos en la última época, el 'habitante' de la hornacina de su arco era San Jorge.
Recordé entonces que -ya antes- pero no sabía dónde, había leído algo sobre dicho santo en relación con los portales de la muralla, algo referido a los tiempos medievales... ¿Puede que San Jorge estuviese allí desde el principio? Seguí buscando.